domingo, 3 de mayo de 2009

ENVÍA AL PAYASO



Ya para terminar estos momentos de “cuarentena”, los invito a tomarse unos minutos para pasar a otros asuntos, conectarse con ustedes mismos y reflexionar, una vez mas, sobre el amor incondicional.

Hace un par de días me cayó una reflexión sensacional sobre uno de los efectos que sobrevienen cuando salimos de nuestra área de confort y miramos hacia fuera para ayudar, colaborar o apoyar a alguien que lo necesita en una expresión de amor.

Un familiar enfermo, un amigo en desgracia, un vecino en necesidad, un extraño en apuros… Usualmente cuando hacemos algo por el prójimo que nos exige salir de nuestra propia comodidad también demanda algunas renuncias. Algunas grandes y significantes y otras no tanto, pero en esa renuncia, en ese pequeño “dolor” o donación ocurre un milagro.

La siguiente reflexión vino como una respuesta a un cuestionamiento personal e hizo vibrar mi alma de un modo especial. Espero que sea para ustedes tan inspiracional como lo es para mi.

Bonita semana.


  1. ENVÍA AL PAYASO
  2. RECONOCE TU VERDADERO SER
  3. FE es...


Notas del Blog original de Michael Berg
Editado por Agustín Delgado Ferrara


ENVÍA AL PAYASO



El propósito de compartir no es hacer una buena acción, sino cambiar quienes somos y traer bendiciones y protección a nuestra vida. Una de las historias más poderosas con las que me he topado, y que enseña el impacto del verdadero compartir (o lo que llamo 'compartir transformador') es "La Historia del Payaso".

Un día, dos conocidos maestros* daban un paseo cuando uno se dirigió al otro y dijo, "¿De dónde viene ese aroma maravilloso?" "No lo sé pero es como el aroma del Cielo".

Ubicaron el aroma en una pequeña casa al final de un camino de tierra. Llamaron a la puerta, y cuando el dueño respondió, preguntaron si podían echar un vistazo para descubrir qué producía ese perfume embriagante. El hombre reconoció de inmediato a los dos sabios y gustoso los recibió en su hogar.

Anduvieron de habitación en habitación, hasta que eventualmente encontraron la habitación del hombre. "Viene de ahí". Entraron, sus narices los guiaron a un pequeño armario en una esquina. Durante la revisión, descubrieron un viejo traje de payaso escondido detrás de algunos zapatos y cajas. "¡Es esto! El perfume del Cielo emana de este traje. Dinos, ¿dónde lo encontraste?".

El dueño de la casa se sonrojó.

"En verdad hubiera deseado que no encontraran esto", dijo, "He tratado de olvidarlo por mucho tiempo". Luego de algunos gentiles codazos, el hombre comenzó a contar la historia del traje de payaso.

"Hace algunos años, alguien del pueblo acudió a mí, desesperado porque necesitaba dinero. Prometí hacer todo lo que pudiera para conseguirlo, pero como yo mismo tenía poco dinero, tuve que ir a tocar a todas las puertas del vecindario para pedir ayuda. Después de horas de ir de puerta en puerta, todavía no había conseguido mucho dinero, así que descorazonado y deprimido, me metí a la taberna local.

Me senté en una mesa y me llevé las manos a la cabeza, sin saber qué hacer. En la mesa junto a mí, un grupo de hombres ricos bebían y hacían escándalo, riendo y dándose golpes en la espalda. Uno de ellos se inclinó hacia mí y, con un intenso aliento a cerveza, me preguntó, '¿Por qué tan triste?'. Le conté mi dilema, y pronto regresó con una idea.

'Te daré el dinero, no hay problema. Pero con una condición. Tengo un traje de payaso que quiero que te pongas. Lo único que tienes que hacer es caminar conmigo por el pueblo, y te daré la cantidad que desees'.

'Pero pasa de media noche', Le dije tartamudeando, 'Despertaremos a todo el mundo'. El hombre estalló en carcajadas, 'Ese es el punto'.

Como ustedes saben, las calles de este pueblo son más bien callejones, y la gente del pueblo mantiene sus ventanas abiertas durante la noche. Era claro que estábamos por empezar un disturbio. Como yo estaba desesperado por ayudar al hombre, razoné conmigo mismo y pensé que quizá atravesar el pueblo de esta forma, no sería tan terrible.

'De acuerdo, lo haré'.

Bien, como era de suponerse el hombre trajo consigo a todo un grupo de amigos bebedores, y que armarían un gran escándalo. Imagina, 30 borrachos cantando, gritando y yo, hasta adelante vestido de payaso, rogando que la tierra se abriera y me tragara.

Las luces se encendieron por todas partes, hombres y mujeres enojados nos gritaban obscenidades desde sus ventanas. Más de uno, nos vació encima su orinal. Esto continuó por más de una hora, y para entonces no había hombre, mujer o niño que no hubiera sido testigo de mi desgracia.

Finalmente, los borrachos empezaron a recobrar la sobriedad y les dejó de interesar su jueguillo. El hombre cumplió su palabra y me pagó lo que había prometido. Corrí a casa, mi cara ardía de vergüenza, y arrojé el traje de payaso detrás de mi armario. Todos estos años he hecho lo posible por olvidar aquella noche. Fue el momento más vergonzoso de toda mi vida".

Cuando el hombre terminó su historia, los maestros* lo miraron con brillo en los ojos. "Ahora sabemos por qué esta fragancia extraordinaria emanaba de tu armario", explicaron. "Tu acción de altruismo total y de compartir absoluto hizo pedazos tu ego de forma tan contundente, que una cantidad tremenda de Luz fue revelada. En efecto, tan poderosa fue tu acción que ahora estás completamente protegido, tanto que incluso después de tu muerte seguirás protegido en los mundos superiores.

Dale instrucciones a tu familia para que, cuando mueras, seas enterrado con este traje, te dará acceso inmediato al Cielo".

La lección de esta historia, y que confío mantendrán con ustedes toda esta semana, es que cuando llevamos a cabo acciones de compartir transformador, abrimos puertas que no pueden abrirse con sólo compartir, y que éstas requieren un cambio total en nuestra conciencia acerca de cómo entendemos la acción de compartir. Claro, es bonito compartir, pero el verdadero valor es cuando damos de nosotros de una manera que nos resulta incómoda.

Esta semana, encuentra oportunidades para dar (están por todas partes) que requieran que te salgas de ti, que te arranquen de lo que es fácil y cómodo. De nuevo, no se trata de ser buenas personas, sino de abrir las puertas de las bendiciones y protección en tu vida que sólo pueden abrirse a través de este compartir transformador.

* El texto original menciona a dos “kabbalistas”




RECONOCE TU VERDADERO SER
Amando Cada Día
John-Roger / “¿Qué Tal es Ser Tú?”



A menudo nos resulta más fácil reconocer al ser verdadero en los demás, antes que en nosotros mismos.

Piensa en una persona que parece irradiar algo especial.

¿Cuál es esa cualidad?

Cuando pequeños, la mayoría de nosotros contábamos con alguien en nuestra vida -- tal vez un pariente familiar o un vecino o un maestro o el dueño de un negocio local, que siempre nos daba una sonrisa y un brillo en los ojos.

Sin saber por qué, esa persona nos atraía.

Aunque esa persona hubiese tenido una vida dura y dificultosa, se las había arreglado para evitar los juicios, la amargura y el cinismo. Se las había arreglado para trascender la condición humana, en otras palabras, para vivir desde ese centro que llamamos Alma, el verdadero ser.











FE es...



Creer, en lo que no se puede ver.

Es guardar la calma cuando todo es turbulento.

La fe no es pasiva: ¡Es poner las creencias en práctica!

Tener fe es pedir lo que se necesita.

La fe es oír lo imperceptible y ver lo invisible; creer lo increíble y recibir lo imposible.

¡La fe va en contra de las expectativas y condiciones naturales!

Tener fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios.

Tener fe no es creer simplemente que Dios puede hacer algo, ¡sino que lo hará!

Con fe, la respuesta no sorprende. Ya se sabía que sucedería.

Tener fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan.

Es quemar las naves para no poder volver atrás.

Es estar dispuesto a pagar cualquier precio.

Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido.

La fe es lo contrario del temor. Tener fe es elegir a Dios a pesar de las demás posibilidades.

Es confiar en la Palabra de Dios y no en lo que te dicen tus sentidos.

Es estar dispuesto a morir confiando.

¡Esa es la clase de fe con la que se pueden obrar curaciones y milagros!

La fe es como un músculo que se vuelve fuerte y flexible al ejercitarlo.




Desconozco autor
Enviado por Fabián
To:
YOSoyluzdeamor@yahoogroups.com
Sent: Tuesday, December 12, 2006 7:51 AM
Subject: FE es...