domingo, 4 de noviembre de 2007

"PERDON, AMOR Y SANACION"


"PERDON, AMOR Y SANACION:
Cuando la Ciencia confirma nuesta Fe"
por Agustín Delgado Ferrara


El perdón nace de un corazón que ama y lleva a ese mismo corazón a amar mas intensa y profundamente.

En el taller "El Secreto" que Adriana y yo hemos venido compartiendo desde principios de año, enseñamos que todo lo que ocurre en nuestas vidas, bueno o malo, lo hemos atraido en efecto de un poder de atracción que cada uno de nosotros ejercemos. Poder que emerge de nuestros pensamientos pero sobretodo de las emociones que nuestros pensamientos disparan.

Actualmente los científicos han podido medir los pensamientos a través de las frecuencias que generan y, mas aún, ha surgido evidencia de que el pensamiento dispara una emoción determinada que emite una vibración energética. Esta vibración, alta o baja, es la que crea un campo de atracción de tal forma que si nos mantenemos vibrando en tal o cual punto de la escala emocional estaremos atrayendo siempre mas de lo mismo, por resonancia. Si vibramos en altas frecuencias (amor, alegría, entusiasmo, optimismo, esperanza, compasión, etc.) atraeremos abundancia de lo positivo, sea como lo pensemos. Si vibramos en bajas frecuencias (decepción, duda, culpabilidad, ira, venganza, odio, celos, temor, etc.) atreremos lo negativo, sea como lo pensemos.

Los antiguos hawaianos decían que todo lo que le ocurre al individuo es una proyección de sus pensamientos y que todo lo que le ocurre a un individuo, ocurre primero en su mente. Esto sucede conciente o inconcientemente (Hoponopono).

Esta proyección es similar a la de una película, en donde la mente es el proyector y la "realidad" es la pantalla.

Así que si queremos hacer cambios "afuera" debemos primero generarlos "adentro".

Esto es una buena noticia porque esto quiere decir que si nosotros somos responsables de haber creado la "realidad" en que vivimos y esta no nos gusta, tenemos el poder creador de Dios para cambiarla precisamente en este momento. En este sentido, la ley de la atracción y la tradición del Hoponopono explican que lo que vivimos hoy es producto del pensamiento de ayer, así que si queremos algo mejor, basta con cambiar nuestros pensamientos y emociones HOY para crear u obtener una mejor "realidad" mañana.

El Dr. Wayne Dyer en su libro "There's a spiritual solution to every problem" ("Hay una solución espiritual para cada problema"), nos explica que la mayoría de las personas no tienen un sentido real de como se desarrolla su vida y tampoco saben del control creativo –vibracional- que tienen sobre ella. La mayoría no saben que todo lo que les sucede es debido a sus vibraciones. Y la razón por la cual no entienden que todo lo que pasa es debido a las vibraciones es porque han llegado a confiar solamente en sus cinco sentidos, que son físicos.

Las vibraciones que se interpretan como visión, como sonido, como olores o sabores o tacto, todas ellas son vibraciones que han aprendido a traducir a través de sus 5 sentidos físicos. Hay otras vibraciones que no puedes descifrar a través de tus cinco sentidos. Y entonces requieres usar otros sentidos, hay quienes lo llaman "El sexto sentido" nosotros lo llamamos el centro emocional.

El secreto para crear cualquier cosa que deseemos es ser felices y quedarnos así. Porque en los momentos de alegría, estamos siempre en el lugar de la vibración que permite atraer todas las cosas; es el lugar de armonía con quienes somos y con aquello que estamos deseando.

Recuerdo una parte de La Biblia (mas no la referencia) que dice : "El poder de Dios se manifiesta en la alegría de su pueblo". (Agradecería si alguien me hace el favor de pasarme la referencia bíblica).

Hay diferentes frecuencias vibracionales, y el Dr. Wayne Dyer nos proporciona la siguiente escala para explicarnos el campo de energía a un nivel subatómico y nos dice que en los niveles mas bajos de energía (10,000 ciclos por segundo) es donde se crean los problemas, mientras que en los niveles mas altos ( 100,000 ciclos por segundo) todo problema desaparece, he aquí la escala del Dr. Dyer:

Vibración baja A
10,000 ciclos por segundo
Enfermedad, miedo, ansiedad, conciencia egocéntrica.

Vibración baja B
20,000 ciclos por segundo
Libre de síntomas, sentido normal, conciencia social.

Vibración alta C
100,000 ciclos por segundo
Salud, incapacidad de permanecer inmóvil ó estancado.
Conciencia divina o de unidad. Podríamos decir que es la vibración del amor.

El Dr. Dyer nos dice también en su libro que nos encontramos en la baja densidad de 10,000 ciclos debido a que hemos dado demasiado poder a nuestros sentidos (ojos, oídos, tacto, olfato etc.), agrega que éstos sentidos pertenecen al mundo de las frecuencias bajas y por ello no podemos dejar toda nuestra conciencia en manos de nuestros sentidos o confiar totalmente en lo que ellos nos permiten observar o percibir, necesitamos creer en lo invisible, en lo que no podemos oír y en lo que no podemos tocar aún.

¿Recuerdan la definición de San Pablo de la fé?

"La fe es la garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven", Hebreos 11:1.

El punto es que solo amor puede sanar y verdaderamente orientar cada una de las áreas de nuestra vida: psicológica, biológica, física, familiar, social, económica, laboral, politica, etc. Y el amor hace eso cuando es incondicional, esto es sin juicios y sin condiciones.

A continuación transcribo un fragmento del libro “¡¿Por qué está pasándome esto…de nuevo?!” del Dr. Michael Ryce:

"Lo que no puedes ver o sentir, no lo puedes sanar. Es entonces cuando el dolor (emocional) se puede convertir en un motivador. Si nosotros conscientemente escogemos motivarnos, entonces en lugar de 'si no hay dolor, no hay ganancia' nuestras vidas serán 'no dolor, no dolor'.

La vida está diseñada para darnos tantas oportunidades como necesitemos para sanar. Si no tomamos la iniciativa y hacemos nuestro trabajo interno, la vida con frecuencia nos motiva con dolor.

El tener un espacio de Amor mientras que los asuntos están aflorando cambia la energía de una manera sanadora. La sanación se acelera según desarrollamos la capacidad de mantener un espacio de Amor Presente, Consciente y Activo, mientras afloran asuntos sin resolver.

El enseñar Amor no es solo un asunto de religión, es la cosa más práctica del mundo. Una de las mayores trampas en la que los humanos hemos caído es el hacer que cualquier enseñanza de Amor parezca como de religión.

Una mente sin Amor es " estúpida”.

Amor en Arameo, no significa cooperar y ayudar a la persona que te está pegando. Esto no significa que tú aceptes cada atrocidad con una sonrisa y pretendas que todo está bien, cuando no lo está. El Amor no significa que tú no hagas a las personas responsables por su conducta. El Amor no es un estado pasivo de suprimir ira y verse como un santo.

La palabra Amor en nuestra cultura está tan distorsionada que su verdadero significado está casi perdido. La mayor parte de la industria del entretenimiento nos hace creer que el Amor es atletismo sexual y saciedad. Otros nos hacen creer que es negarse a uno mismo y sacrificarse. Y otros nos hacen pensar que nosotros demostramos Amor recibiendo sus abusos con gracia.

Piénsalo ¿Quien tiene algo que ganar porque creamos en estas definiciones fantásticas del Amor?

“la Verdad te hará libre”

Definir el amor es muy difícil. En realidad en este momento yo no tengo ninguna, pero si sé una manera de experimentarlo y cuales son las señales que te indican cuándo el Amor está presente.

La mente que sostiene la condición del Amor (en el Arameo antiguo ‘Amor Perfecto’) es pacífica y paciente en todas las circunstancias. Esta mente se responsabiliza por cualquier disturbio que pueda tener, por lo tanto se sana rápidamente y crea un espacio para que se sanen los otros. Otros frutos adicionales es que la mente de Amor incluye ternura, compasión y gentileza.

El Amor, en Arameo, es una condición de la mente que cada individuo es responsable de mantener. Es la energía que le da poder a la mente humana para funcionar correctamente.

Una de las cosas que hace que un evento se recuerde por largo tiempo es la emoción. Y la repetición hará que la energía penetre todavía más profundo en la mente.

La felicidad es un estado mental, algo que escogemos, no el resultado de poseer algo, de controlar personas o circunstancias.

Con frecuencia las personas usan la sensación que viene de poseer cosas como un sustituto para la felicidad, de relaciones o como una manera de no hacer contacto con su dolor interno. Si no podemos sentir adecuadamente nuestros sentimientos, estamos fuera de contacto con un sistema de guía muy importante.

Sin Amor, la mente no funciona correctamente y hacemos locuras. ¿Cuándo eres más inteligente? ¿Cuándo tienes la mayor flexibilidad, la más amplia capacidad de escoger y los niveles más altos de creatividad? ¿Es cuándo estas enojado? ¿Con miedo? ¿Hostil?

El Amor es la llave de la inteligencia.

La inteligencia significa la capacidad para escoger. Fíjate que cuando tu escoges cuándo estar enojado o disgustado- falto de Amor- no estás escogiendo verdaderamente. Estamos guiados simplemente por resonancia (realidades emocionales de nuestro pasado). Hemos sido llevados a estas cosas, muchas veces conciente e inconscientemente en contra de nuestra voluntad y de lo que hubiéramos escogido. Esto le pasa solamente a una mente que está sin Amor.

Esta falta de Amor, que compromete la inteligencia, ha llevado a la mayoría de la humanidad a ser encadenada a sistemas políticos y religiosos basados en el miedo.

Una mente que constantemente sostiene la condición de Amor, a pesar de la circunstancias, no distorsiona y es incapaz de proyectar.

En las escrituras Arameas, este es el asunto al que se referían cuando dijeron: ‘Ten cuidado de lo que juzgas en el otro, porque eso que juzgas, tú has sido culpable de practicarlo’ (Romanos 2:1).

Yo creo que vas a encontrar que el concepto Araméico de pecado va a aclarar todo esto de una manera que tiene sentido. Te invito a que notes lo prácticas e informativas que son estas ideas Araméicas cuando las ves en el contexto de la vida real.

Los físicos nos dicen que todo es energía. Piensa en el cuerpo siendo un campo de energía en lugar de materia física. Hay dos categorías de energía relativas a ese campo. Hay energía desintegradora, que destruye el sistema de energía humana, y la energía integradora que construye el sistema.

Aguantar la respiración hace que los sentimientos y los eventos se unan y se almacenen en una unidad. La energía de la experiencia que estás teniendo se reprime en el tejido cuando la respiración se suspende. En lugar de quedarse trabado en molestia, si respiras, es más fácil para los patrones viejos soltarse y que se vayan las experiencias desagradables del presente. El aliento es el interruptor que o restringe la energía o permite que ésta se mueva en tu sistema. El mantener tu respiración abierta hace que la sanación sea más fácil.

La escrituras Arameas se refieren al mundo de las ‘apariencias’ aconsejándonos que no juzguemos por ellas. Si creemos que el mundo es físico, lo hemos juzgado por su apariencia, no como de hecho es.

¿Es posible que el mundo sea energía, vacío de forma sólida y organizado en la apariencia de forma? Si todo es energía, el cuerpo, en Arameo el "templo", es energía. Acuérdate que en relación a cada sistema de energía, hay básicamente dos cualidades: las que construyen el sistema, energía integrante y aquello que es una carga o destruye el sistema—energía desintegrante.

En tiempos del Arameo antiguo, si alguien no entendía lo intrincado del sistema humano de energía, esa persona posiblemente iba a un especialista para ser aconsejado. Ese especialista señalaría las violaciones de las leyes del sistema humano de energía llamándolas ‘pecado’ e invitando a la sanación.

Eso suena como una manera más correcta y responsable de decirlo. La culpabilidad es una invención humana destinada a cambiar la conducta humana. Desgraciadamente, el efecto es con frecuencia lo opuesto, mantiene a las personas encerradas en sus errores, en lugar de ayudarlos a salir de ellos.

¿Has notado que generalmente la culpabilidad precede a un acto? Es una energía emocional que mantiene el error enfrente de la mente. Las personas tienden a sentirse atraídas a la conducta que los mantiene conectados a la energía mayor. Culpabilidad programada hace perpetua la conducta que parece ‘causar’ la culpabilidad.

Sería correcto llamar a la forma integrante de energía ‘santa’, cuya raíz es aquello que apoya o construye el sistema humano. A lo desintegrativo, lo podríamos llamar ‘malo’. Malo es ‘bisha’ en Arameo y es otro término usado con relación a arcos y flechas. Pecado es no dar en el blanco, y malo quiere decir que esta ‘fuera del blanco’, no darle al blanco.

Una vida mala en Arameo es una vida en la que uno continuamente se emplea con energías desintengrantes, profanando su propio templo—creando enfermedad y destrucción propia. En Arameo no había un componente moral a la instrucción "aléjate de una persona ‘mala’ ”. Era pragmatismo puro. Si te asocias con aquellos que ocupan energías desintegrantes, destructivas a su persona, actos ‘malos’, muy pronto sus acciones te parecerán normales. Hacer que cierta conducta luzca normal es el primer paso en persuadir a otros a que hagan lo mismo.

La razón por la cual a ti te hablaban de la Biblia en un tono amenazador era por la proyección. Aquellos que promueven ese tipo de interpretación están enganchados en su propio pecado-miedo. El miedo nubla las mentes y destruye los cuerpos de aquellos que se ocupan en eso. Por eso es que en las Escrituras Arameas se nos dice que la primera Ley era Amor. En el entendimiento Arameo, la Ley y sus Profetas se hacían a la condición de Amor en la mente, no en el miedo que produce inconsciencia y error. Sin la condición de Amor siempre presente, la mente que busca va a proyectar sus propios errores en lo que estudia y en lo que sea que o quien sea que vea.

Solamente una mente conectada al Amor ha sanado su capacidad de proyectar y puede sostener una perspectiva de la vida verdaderamente espiritual—solamente esa mente puede entender la Ley y los Profetas. Todos los demás van a distorsionar la visión de la mente de las Escrituras, proyectando su propio dolor, miedo, odio o ira en ellos. Esto produce una mente tan loca, que puede concebir el castigo, la tortura, asesinato en el nombre del Amor como algo ‘lógico’ ‘razonable ’y ‘santo’ que hacer.

Bajo esta óptica, ‘el pago del pecado es la muerte’ (Romanos 6:23) pierde el componente de amenaza cuando se traduce al lenguaje Arameo. No es ni siquiera un concepto religioso. Es una declaración de psicología simple y una advertencia de estar consciente de las energías con las que te unes. Cuando te enfocas con energías que no son apropiadas para tu salud, prosperidad o integridad, estas viviendo en ‘pecado’. Si traes suficiente cantidad de energía de desintegración en tu sistema, éste se va a desbaratar y ‘morir’. El resultado del error es la destrucción propia.

En Arameo, las energías de odio, miedo, ira, envidia, culpabilidad, celos, y las parecidas se entiende que son energías que desintegran. Ellas profanan o violan la integridad del ‘templo’ y eventualmente producen la muerte en la persona que se compromete con ellas. Si abrigas esas energías en tu mente—no importa lo justificado que parezca ser—tu eres el que recibes el original de esa energía destructiva, la persona a la tu se la proyectas recibe solamente una copia. Eso es lo que las Escrituras estaban tratando de enseñar.

La manera en la que el miedo es ofrecido, en los medios de comunicación y en el mundo, es casi como veneración. Veinticuatro horas diarias, siete días a la semana, podemos sintonizar un sistema de información que nos de los detalles, de cualquier lugar del planeta, de los más terribles actos de la humanidad. Se puede interpretar que el miedo ha sido usado a propósito para mantener a las personas en confusión, miedo y abrumado para poder controlarlos.

Es casi como si me hubiera mantenido preso viviendo en la ignorancia y permitiendo ser adoctrinado por el miedo y la manipulación. Es un pensamiento sensato darse cuenta que yo he sido un manipulador y que a propósito he usado esa táctica inspirando miedo en las personas con las que he vivido. Según lo que a mi se me ha enseñado, parece una manera normal de actuar.

Es importante saber porqué es beneficioso el poder distinguir entre energías que integran y las que desintegran. Nos ayuda a entender que somos responsables por lo que traemos a la vida.

En Arameo el miedo no era promovido ni reverenciado. Era tratado como un ‘demonio’ y ‘echado fuera’; era Perdonado.

El enfatizar la condenación y abusar y maltratar a las personas con miedo, en lugar de alentar la expresión de la experiencia de Amor y de Perdón del miedo es error-pecado. Es una señal de que la persona no entiende las enseñanzas Arameas ni los efectos de una conducta particular en su propia psicología.

Las personas no entienden que enfocándose en energía que desintegra se producen enfermedades a sí mismas.

Amenaza, miedo, manipulación, confusión y sentirse abrumado son energías que desintegran, que están en la raíz de la mayoría de los procesos de enfermedad. El hecho de que haya un lapso de tiempo entre ocuparse en una conducta destructiva y las enfermedades que seguramente vienen después, esconden la relación de causa y efecto que hay entre las dos. Entonces es fácil culpar a nuestras enfermedades en fuerzas externas como bacterias, virus, y algo semejante, pero no en culpa y proyección.

Es tu energía mental la que es responsable por la condición de los tejidos en tu cuerpo.

La Ley de Resonancia es una ley que gobierna todos los campos de energía y es la ley del intercambio energético. Si no hay resonancia, no hay intercambio de energía. Solamente cuando dos campos están en sintonía o armonía con el otro hay un intercambio de energía entre ellos. Cuando ellos entran en una esfera mutua, el campo más fuerte transfiere parte de su energía al más débil, el cual se fortalece. Esta es la misma ley que gobierna la mente.

Esta acción no es pensar, es simplemente resonar. Es la ley que gobierna cada pensamiento en la mente. Las palabras son unas frecuencias lanzadas por la voz humana y nuestras palabras resuenan toda información de frecuencia similar al de la mente del que las oye".

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CULTIVA Y EXPRESA EL AMOR INCONDICIONAL


El Amor es la energía que ha creado el universo, el Amor es Omnipresente –está siempre presente en todo lugar, espacio y tiempo.

El Amor es Dios ratificándose en lo que Él ha creado (tú, yo y todos); y diciendo que lo creado por Él es bueno.

El Amor nunca maldice, nunca niega la existencia del bien.

El Amor perdona en forma continua, el Amor es el Poder ilimitado del Universo y puede más que cualquier otro poder.

El Amor es el Espíritu que derrama generosamente en Su creación y que sin embargo nunca se agota.

El Amor es Dios expresándose como sentimiento puro a través de nuestros corazones. Amamos, porque Dios nos amó primero, y nuestro amor debe ser siempre un concepto infinito de Este gran Amor que todo abarca. Cada vez que pensemos en el Amor o que expresemos amor, nos estamos uniendo con el gran poder del Amor y llegamos a ser como Él, pues lo veremos a Él cómo es en realidad.

Sea cual fuere lo que la palabra “Dios” signifique para nosotros, la razón de ser del Amor es permitirnos compartir la Gloria de Dios.

El Amor es el Espíritu Divino que mora en cada uno de nosotros y en toda cosa viviente.

Cualesquiera que sea el lugar en donde nos encontremos, Él nos sana cualquier herida, nos protege y nos guía hacia nuestro mayor bien.

El Amor hace que las plantas crezcan, y que se mantengan en equilibrio todas las cosas del universo como nuestra tierra, planetas y las estrellas.

El Amor vivifica nuestro espíritu, Él vive y está siempre con nosotros, porque en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

(Tomado del libro La Alegría de Vivir P-182.2-183)



La inteligencia sin Amor, te hace perverso.

La justicia sin Amor, te hace hipócrita.

El éxito sin Amor, te hace arrogante.

La riqueza sin Amor, te hace avaro.

La docilidad sin Amor, te hace servil.

La pobreza sin Amor, te hace orgulloso.

La belleza sin Amor, te hace ridículo.

La verdad sin Amor te hace hiriente.

La autoridad sin Amor, te hace tirano.

El trabajo sin Amor te hace esclavo.

La sencillez sin Amor te envilece.

La oración sin Amor, te hace introvertido.

La Ley sin Amor, te esclaviza.

La política sin Amor, te hace ególatra.

La fe sin Amor, te hace fanático.

La cruz sin Amor, se convierte en tortura.

La vida sin Amor, no tiene sentido.

Anónimo


“La vida se mide mejor y más exactamente por las vidas que tocas que por las cosas que adquieres”

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